Por: Ivonne Castillo En los últimos años, he notado con preocupación cómo muchas personas, ante una pérdida significativa, reciben de inmediato la recomendación de tomar antidepresivos. A veces ni siquiera los buscan: se los ofrecen amigos médicos “para que no se sientan tan mal”, la comadre buena onda, o ellos mismos los solicitan por impulso a un médico general. Lo hacen con "buena intención", pero sin comprender que no todo dolor debe ser medicado . El duelo no es una enfermedad. Es una reacción natural, profunda y humana ante la pérdida de algo o alguien significativo. No es un trastorno que deba corregirse, sino un proceso que debe transitarse . En algunos casos, el uso desordenado de fármacos puede provocar reacciones graves, como confusión, mayor ansiedad o pensamientos suicidas. Pero incluso cuando los efectos no son drásticos, los antidepresivos mal prescritos pueden adormecer el proceso natural del duelo , silenciar la tristeza que guía, desconectar a la person...