En el Instituto de Tanatología, Logoterapia y Vida, comprendemos que el duelo es un proceso que no solo afecta al individuo, sino también a la familia. Las pérdidas y los cambios pueden crear tensiones, malentendidos y heridas emocionales que, si no se abordan adecuadamente, complican la convivencia y el bienestar de todos sus miembros. Es por eso que ofrecemos sesiones de acompañamiento tanatológico familiar, donde se busca integrar, escuchar y sanar juntos.
¿Qué sucede en una sesión familiar de tanatología?
Una sesión familiar de tanatología está diseñada para que cada miembro de la familia pueda expresar sus emociones y compartir su experiencia de la pérdida en un ambiente de respeto y empatía. Cada sesión tiene una estructura flexible, adaptada a las necesidades y dinámicas de la familia.
Aquí te explicamos qué puedes esperar:
1. Escucha y presentación del contexto familiar:
La primera parte de la sesión se enfoca en la escucha activa. Es común que la sesión inicial dure entre una hora y hora y media, ya que el tanatólogo necesita conocer la situación que atraviesan. Se toma el tiempo para que cada miembro de la familia comparta cómo ha vivido la pérdida o el cambio, y cómo lo ha afectado a nivel emocional, relacional y espiritual.
2. Reconocimiento de emociones y validación:
Cada emoción expresada, ya sea dolor, enojo, tristeza o confusión, es válida. No se trata de buscar culpables ni de resolver el duelo de manera inmediata, sino de acompañar y permitir que cada miembro del sistema familiar reconozca sus sentimientos y los de los demás. Aquí, el tanatólogo humanista interviene para ayudar a que todos se sientan escuchados y comprendidos.
3. Dinámicas familiares y herramientas para el duelo:
En la sesión, se exploran las dinámicas familiares: cómo se comunican, cómo cada persona maneja el duelo y qué tensiones pueden estar surgiendo a partir de la pérdida. Dependiendo de las circunstancias, el tanatólogo puede sugerir herramientas y estrategias para mejorar la comunicación y facilitar un duelo saludable en familia. Esto puede incluir ejercicios de escucha activa, escribir cartas simbólicas o compartir recuerdos significativos.
4. Fomentar la unión y la comprensión mutua:
A lo largo de la sesión, el objetivo es fomentar un sentido de unidad y apoyo mutuo. El duelo puede ser un proceso muy individual, pero también es importante que los miembros de la familia aprendan a acompañarse entre sí. El tanatólogo guía el proceso para que cada uno pueda comprender mejor las necesidades emocionales de los demás y fortalecer la red de apoyo familiar.
5. Acompañamiento continuo:
Las sesiones familiares no son una solución rápida, sino un proceso de acompañamiento que se desarrolla a lo largo del tiempo. En ocasiones, se puede sugerir que algunos miembros reciban sesiones individuales si el duelo los afecta de manera distinta. El objetivo final es que, con el tiempo, la familia pueda sanar junta y adaptarse a la nueva realidad que enfrentan tras la pérdida.
¿Qué beneficios ofrece una sesión familiar de tanatología?
- Mejora la comunicación entre los miembros de la familia.
- Ayuda a procesar el duelo en conjunto, reconociendo que cada persona lo vive de manera diferente.
- Fomenta el apoyo emocional mutuo en momentos de tensión o conflicto.
- Proporciona herramientas para manejar la pérdida sin aislarse ni desbordarse.
- Fortalece los lazos familiares en tiempos difíciles.
El acompañamiento tanatológico familiar es un espacio seguro para que las familias enfrenten juntas el dolor y encuentren caminos hacia la sanación y la paz. Si tu familia está atravesando una pérdida, te invitamos a que nos contactes para explorar cómo podemos acompañarte en este proceso.
Esta es una descripción general de cómo se desarrolla una sesión familiar de tanatología.
Si tienes más preguntas o deseas agendar una consulta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros al whatsApp 990 147 62 80
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