Por Ivonne Castillo
No hay una solución mágica para este problema, pero te podemos dejar algunas sugerencias que pueden ayudarte a mejorar la relación con tu hijo y a orientarlo hacia un uso más saludable de la tecnología.
• Lo primero que puedes hacer es identificar y abordar la causa subyacente de su adicción. ¿Qué le aportan los videojuegos y el celular que no encuentra en otras áreas de su vida? ¿Qué necesidades o carencias está tratando de cubrir con ellos? ¿Qué problemas o conflictos está evitando enfrentar? Trata de comprender su situación emocional y exprésale tu apoyo y tu interés por su bienestar.
• Lo segundo que puedes hacer es establecer límites y horarios para el uso de los videojuegos y el celular. Es conveniente que pactes con tu hijo unas normas claras y razonables, que le permitan disfrutar de su ocio digital sin descuidar sus obligaciones y responsabilidades. Por ejemplo, puedes acordar que solo puede usarlos después de hacer sus tareas, que no los use durante las comidas o las horas de sueño, o que los deje en un lugar común de la casa cuando no los esté usando.
• Lo tercero que puedes hacer es fomentar otras actividades que le resulten atractivas y enriquecedoras, y que le ayuden a integrarse en la sociedad y a desarrollar sus habilidades y potencialidades. Puedes animarlo a practicar algún deporte, a participar en algún grupo o club de su interés, a hacer voluntariado, a leer, a tocar un instrumento, o cualquier otra cosa que le guste y le motive. También puedes compartir con él actividades familiares, como salir a pasear, ir al cine, jugar a juegos de mesa, o simplemente conversar.
• Lo cuarto que puedes hacer es utilizar la terapia cognitivo-conductual (TCC) para ayudar a tu hijo a cambiar sus pensamientos y comportamientos relacionados con los videojuegos y el celular. La TCC es un tipo de psicoterapia que se ha demostrado eficaz para tratar las adicciones y otros problemas psicológicos. Consiste en enseñar al paciente a identificar y modificar sus creencias irracionales, a afrontar sus emociones negativas, a resolver sus problemas de forma constructiva, y a adquirir hábitos más saludables.
• Lo quinto que puedes hacer es buscar apoyo y ayuda profesional si ves que el problema es grave y que no puedes manejarlo por tu cuenta. Existen centros especializados y profesionales cualificados que pueden ofrecerte un tratamiento adecuado y personalizado para tu hijo y para tu familia. No dudes en consultar con tu médico de cabecera, con el orientador del colegio, o con un psicólogo de confianza.
Esperamos que estos consejos te sean de utilidad y que puedas mejorar la situación con tu hijo.
Recuerda que lo más importante es que le demuestres tu amor, respeto y comprensión, y que le brindes una educación basada en el diálogo, la confianza y la responsabilidad.
Te deseamos lo mejor.

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