Los humanos somos seres de historias. Desde niños, tenemos la urgencia básica de darle sentido a lo que ocurre a nuestro alrededor. ¿Te has dado cuenta de que somos la única especie que inventa historias? Tomamos los acontecimientos que distinguimos, los organizamos y les damos un orden, un sentido. “Martin Heidegger insistía en que el lenguaje es la morada del ser(…) y observó nuestras historias como edificios que cobijan al hombre.” (Echeverría, 2006) Muchas veces la realidad del paciente es muy diferente a la del terapeuta. Por eso antes de dar algún consejo o diagnóstico, el terapeuta clínico colecta y organiza la información que el paciente le brinda. Haciendo uso del método clínico, observa, elabora hipótesis y luego diagnostica. Busca información relacionada con características conductuales, emocionales, cognitivas y/o sociales. Permite la expresión emocional, enseña habilidades de identificación y etiquetado de emociones, puede darse cuenta de cuál es la emoción que pued...